Mitos y creación de la vida - Egipcios

 

Los egipcios (Antiguo Egipto) fue una de las culturas más importantes y antiguas de la historia ubicados en el valle del Nilo (norte de África). Sus inicios son considerados a partir del 3150 a.C., con la unificación de los diferentes nomos (organizaciones territoriales o tribus) de la zona, logrando una centralización y monarquía unificada, hasta la conquista romana en el 31 a.C.. Al tener una monarquía como forma de gobierno el faraón era considerado único gobernador, con todo el poder y una especie de puente entre las deidades y los humanos; Velasco explica que el faraón, en una calidad sobrenatural, divinidad y ser humano a la vez, era considerado un hijo de Ra (divinidad solar),  materialización del Maat (orden cósmico) y protector del desorden divino (representado por Isfet) (Velasco, 2014, p. 86). 
 

Anterior a la unificación cada nomo del valle del Nilo contaba con un sistema religioso propio, sin embargo, mantenían ciertas características en sus cosmovisiones, como la importancia a la muerte, jeroglíficos, politeísmo y una relación intrínseca entra las deidades y el mundo. Aunque fue papel del faraón unificar los diferentes cultos y creencias de los diferentes nomos, en la segunda dinastía (2850 a 2700 a.C.)se puede identificar una adoración a los dioses Horus y Osiris; una característica interesante es que éstos dioses se encuentran de bajo de Ra, dios de Heliópolis (Castel, 1994).

Sin embargo, con la llegada de la dinastía V, podemos empezar a notar una religión más homogénea entre los egipcios. A esto se le conoce cómo la cosmogonía y enéada Heliopolitana, proveniente de la zona bajo o norte de Egipto, la cual se caracteriza por la adoración a Ra y se encuentra explicado en "Los Textos de las Pirámides". Aunque no existe un canon organizado de la enéada Heliopolitana encontramos la propuesta de Castel (1994) con una complete coherencia de la cosmogonía egipcia.

Durante los "Años Oscuros" no existía nada y todo se encontraba en un caos y Atúm se encontraba diluido en el caos, y en un momento específico y sin alguna razón específica grita "Ven a mí", logrando aparecer Ra. Al tener conciencia de su propia existencia, Atúm-Ra crea los dos principios a partir de "la masturbación, uniéndose a su misma sobra, autoinseminándose, nombrando las partes de su cuerpo que adquieren la forma de dioses separados, vomitando, escupiendo o estornudando" (Castel, 1994, p.16). Creando al aire Shu y a Tefnut la humedad, ellos posteriormente crean a Nut, la bóveda celeste, ya Geb, la tierra.

Ra prohíbe que Nut y Geb se casen, y al desobedecer, fueron separados y no los dejaron parir, por lo que Nut se vio obligado a arquearse y  Shu se situó entre los dos, creando el mundo para los seres vivientes.Posteriormente:

Tot intercediendo por ellos retó a la Luna y obtuvo los cinco días epagómenos, necesarios para que no hubiese un desfase en su calendario, en los que pudo la diosa dar a luz a sus dos pares de gemelos que nacieron sucesivamente, Osiris que casó con Isis, de cuya unión nació Horus el jóven, ascendente directo del rey, y Set que lo hizo con Neftis, ambos estériles. No obstante, necesitaban una divinidad más, unida al mito para cumplir los cinco días epagómenos... (Castel, 1994, p. 17)

Horus el viejo se unió completando el ciclo, y es de así como se justifica "un nexo de unión entre el mito cósmico, el monárquico y la teologización del soberao" (Castel, 1994, p. 17). Atum-Ra envió uno de sus ojos a la tierra que había creado, cuando regresó descubrió que otro ojo había tomado su lugar, por lo que el ojo lloró y las lagrimas cayeron a la tierra, dando creación a los primeros hombres y mujeres.

 


 

Referencias:

-Castel, E. La cosmogonía y la Enéada Heliopolitana. Boletín de la Asociación Española de Egiptología, 4-5, 3-38.

-Velasco, F. D. (2014). Las Religiones Imperiales. F. D., Velasco, Breve Historia de las Religiones (pp. 80-89). Madrid: Alianza.



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